Conclusiones 3er Congreso Nacional de Salud

La Confederación Médica de la República Argentina realizó el 3er. Congreso Nacional de Salud el pasado 18 de agosto en su sede central. A lo largo de la jornada dirigentes, funcionarios, legisladores y representantes del sector abordaron desde diferentes aristas la actualidad del sistema sanitario con el objetivo de plantear puntos en común para avanzar hacia una atención de la salud inclusiva, equitativa, con mejor calidad de atención y seguridad y mejores condiciones de trabajo para los profesionales.

“Desde la COMRA hace años venimos promoviendo una serie de iniciativas en relación al sistema de salud y este Congreso, que volvemos a realizar luego de haber transcurrido la pandemia, es una oportunidad para analizar dónde estamos hoy” dijo Jorge Coronel, presidente de la entidad en sus palabras de apertura. En su diagnóstico, sostuvo que “la pandemia expuso al sistema de salud a una realidad que nunca antes había vivido y para todos los equipos de salud significó un trabajo muy intenso que dejó marcada la importancia que tiene la Salud en todos los ámbitos”. Coronel señaló que “a pesar de su relevancia con el paso de los meses el interés fue decayendo; no queremos que eso ocurra y desde aquí queremos participar del debate”. Con el fin de seguir garantizando una mejor atención tanto para la población como para los equipos de salud, el Congreso abordó temas como la seguridad y la calidad, así como el avance tecnológico, la innovación y la necesidad de avanzar hacia la mejora de procesos para garantizar mejor accesibilidad.

“En el sector salud se viven las mismas desigualdades hacia adentro que vive la sociedad y por eso necesitamos poner en relevancia la importancia de seguir trabajando en la defensa de la dignidad del trabajo médico”, sintetizó Jorge Coronel para dar paso a las mesas de debate.

CALIDAD Y SEGURIDAD DEL PACIENTE

Patricia D´Aste, Presidenta de ProSanitas BSC abrió la discusión sobre la necesidad de un modelo de atención de calidad centrado en el paciente y brindó herramientas para “salir del status quo en el que venimos funcionando, con inercias que no se han podido vencer en el sentido de la gestión”. “Seguimos siendo tan antiguos como en la década del ´60 en el modelo de atención al paciente y es inadmisible”, sentenció la experta y advirtió que “la capacitación de ámbito laboral sirve para resolver problemas de gestión”.

D´Aste explicó que la Calidad como estrategia de atención “parte de una estructura, procesos y resultados, con mediciones certeras sobre objetivos necesarios”, donde son imprescindibles “registros médicos confiables, certificaciones y acreditaciones, desarrollo de competencias para los recursos humanos, estructuras edilicias seguras y una política de Calidad como corazón de la estrategia de las instituciones de salud”.

Asimismo, resaltó que es preciso avanzar hacia un modelo afectivo- efectivo que  “acorta barreras y acerca pacientes”. “Tenemos que hacer énfasis en mejorar la comunicación de los profesionales sanitarios: escuchar,empatizar, pedir disculpas, responder y agradecer. Buscamos en definitiva, una satisfacción real del paciente y de los equipos de salud. De la calidad técnica a la atención centrada en el paciente, hay que aportar la parte humana para poder alcanzar mejores resultados clínicos y de atención”, sintetizó.

D´Aste insistió en que “hay que poner a la persona en el centro y estar convencidos de que cuidar al paciente es lo primero” y destacó a la “cultura de la calidad” como la herramienta para “cultivar los hábitos positivos y mirar todas las dimensiones del ser humano”. “Cambiemos el paradigma y pasemos del sistema de salud centrado en el paciente a la atención centrada en la persona” subrayó e invitó a “aprender a dar el salto cualitativo, porque es un salto positivo”.

Fabián Vítolo, Director de Relaciones Institucionales y Servicios Médicos de Noble Cía. de Seguros explicó por su parte que “los avances en seguridad del paciente requieren pasar de las actuales intervenciones reactivas y fragmentadas hacia un abordaje sistémico total de la seguridad” y que “la seguridad debería estar incorporada en el ADN de los profesionales de la salud y de las organizaciones”. En este sentido, describió que el “genoma de la seguridad” está compuesto por una doble hélice de cultura y sistema de aprendizaje con la participación del paciente y la familia en el centro.

“Hasta ahora algo hemos hecho al respecto, pero poco y a este paso no vamos a producir los resultados que necesitamos para cambiar las cosas”, adelantó y detalló con datos que “se calcula que la atención insegura es la decimocuarta causa de muerte y discapacidad en el mundo” en tanto que “el 15 por ciento del gasto hospitalario, en un momento en el cual tenemos que reducir el gasto per cápita haciendo más eficiente la atención, se va para atender complicaciones que podríamos haber evitado”.

“Necesitamos liderazgos más claros y eso tiene que ver con asignar recursos y tiempo” señaló Vítolo y advirtió que es necesario remover el miedo a hablar en las organizaciones y rescatar el valor de la comunicación. “Los problemas de comunicación generan más muertos e incapacitados que interferencias técnicas”, ejemplificó y subrayó que “se necesitan más auditorías sobre cómo se están haciendo las cosas y saber que el enemigo no es el error sino el daño”. Asimismo destacó la sensibilidad y resiliencia como herramientas para aportar a la mejora de la salud de la población y destacó “la transparencia y los datos compartidos con pacientes, familias, colegas y servicios y con la comunidad”.

Finalmente,  el Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires Fabio Quetglas, impulsor del proyecto de “Ley Nicolás” de seguridad del paciente, sostuvo que es necesaria “una ley que establezca un piso y nos de confianza.  Las leyes no cambian la realidad tan fácilmente, pero esperamos que ésta ponga en el centro de la conversación pública la necesidad de un programa de reforma en esta materia”

“Vivimos en la sociedad del riesgo y por eso son necesarios los protocolos”, dijo y opinó que los sistemas sanitarios y los profesionales de la salud “llevan adelante una tarea de máxima complejidad y protocolizar minimiza los riesgos”. Quetglas explicó: “En ese contexto me puse a trabajar sobre esta ley porque el error humano es imposible de eliminar, pero nuestra vocación debe ser construir sistemas combatiendo un error que puede traer consecuencias negativas”. El legislador precisó los puntos principales del proyecto, entre los que se destacan la creación de la historia clínica digital, interoperable y encriptada que puede ser consultada en cualquier lugar del país, recertificaciones obligatorias y periódicas para los profesionales de la salud y el desarrollo de protocolos de actuación así como sistemas de auditoría y vigilancia, que disminuyan la posibilidad de daños evitables en las prácticas sanitarias. “Es posible que con este proyecto hayamos puesto un mojón para tener elementos que permitan mantener la confianza en el sistema sanitario”, señaló.

EVALUACION DE TECNOLOGÍAS Y RECURSOS HUMANOS

Uno de los temas transversales de la jornada fue el análisis de las herramientas disponibles y necesarias para compatibilizar y optimizar la atención médica.

La mirada legislativa estuvo a cargo del Senador Nacional Mario Fiad quien subrayó una vez más la urgencia de contar con una Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias “que merece un debate amplio y profundo”. Fiad reconoció que si bien los debates se deben dar en el Parlamento, los procesos legislativos “son muy lentos”. Sin embargo. hoy hay dos proyectos sobre la creación de una AGNET con “puntos de consensos”. “Tiene que ser un organismo descentralizado con autarquía económica y financiera, con incumbencia en evaluación de medicamentos y en la producción de técnicas y procedimientos clínicos y quirúrgicos, así como la protocolización”, detalló el senador y advirtió que “los conflictos de intereses fueron frenando los proyectos de leyes anteriores, esperemos que esta vez avance”.

“Tiene que haber un órgano asesor plural donde estén contempladas todas las instituciones”, agregó el legislador y resaltó que “el objetivo es mejorar la salud de la población y la AGNET es un objetivo compartido: tener la mirada centrada en la seguridad del paciente con reglas claras y procedimientos transparentes y participativos, independientes de presiones y conflictos de interés, con dictámenes vinculantes y financiamiento sostenible, y que tanto el resultado como los procesos sean públicos para que la transparencia sea total”. “La ética es el factor fundamental, la AGNET tiene que nacer con la confianza, el respaldo y la convicción de que es un órgano ordenador del sistema de salud, que va a mejorar la salud, minimizar riesgos y ponderar la calidad”, concluyó.

En segundo término, las palabras estuvieron a cargo de Rubén Iannantuono, representante del Foro para el Desarrollo de las Ciencias, quien resaltó: “Hay que formar recursos humanos para las evaluaciones independientes de tecnologías de salud, destacando la importancia del prestigio de los evaluadores, la confianza de la sociedad y el valor científico y social, que impulsa el bien común” y agregó que para eso, “tenemos la necesidad de optimizar los recursos en un marco de equidad y transparencia”.

Iannantuono subrayó que “la mejor asistencia que la medicina puede proporcionar está siendo reemplazada por la mejor asistencia que podamos brindar, o mejor dicho, la que nos podemos permitir en función de los recursos humanos que tenemos y que tendremos”.

“Aquí entra el tema de la equidad”; señaló y advirtió que si bien hubo enormes avances en los últimos años para vencer enfermedades y aumentar la calidad de vida, “hay una falta en la optimización de los recursos que nos lleva a desafíos sociales que tienen que ver con la accesibilidad, el derecho a la salud y la equidad”.  “Los tratamientos deben ser apropiados y oportunos, primero hay que establecer calidad, eficacia y seguridad y luego analizar la costo-efectividad, y aquí es donde aparecen los problemas de accesibilidad” dijo.

A su turno, Hugo Catalano, Subdirector de la Carrera de Médico Especialista en Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Facultad de Medicina de la UBA coincidió en que “la AGNET es una necesidad extrema” pero advirtió que “no incluye las pruebas que usan los médicos para tomar decisiones, para evitar inequidades y judicializaciones como son las pruebas GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation), que establecen grados de certezas, altas, bajas o moderadas y recomendaciones a favor o en contra”. “La Agencia tiene que tener una alta consideración científica y con guías explícitas; las pruebas GRADE son un sistema transparente y sistemático que incrementa la seguridad del paciente”, resaltó. Asimismo, enfatizó en la importancia de formar recursos humanos referidos a este tema.

“Después de lograr la eficacia y la seguridad, la evaluación económica y el impacto presupuestario el punto final es que con todo esto hay que tomar las decisiones” explicó y se preguntó cuál es la herramienta que permite sustentar esto “de si no sirve ni regalado”. “Ningún país por más rico que sea tiene la capacidad de proveer a toda la población de toda la tecnología e intervenciones que podría mejorar la salud o prolongar la vida”, señaló al tiempo que subrayó que la buena noticia “ es que en salud todo para todos no es necesario, pero tampoco es bueno y corremos el riesgo de no prestar atención a algo que se llama prevención cuaternaria, cuyo principio es no dañar”. “Se trata de reducir las consecuencias negativas derivadas de intervenciones médicas, mejorar la calidad de la atención sanitaria y reducir los costos innecesarios del sistema de salud” sintetizó Catalano y adelantó que para optimizar la atención médica y valorar un diagnóstico, producto médico o procesos, todo  debe ser valorado con una evaluación de tecnología. En este sentido, retomó la importancia de las pruebas GRADE que proponen evaluar el efecto real teniendo en cuenta en la ecuación el efecto medido, el error sistemático y el error aleatorio.

Por último Jorge Neira, representante de la Academia Nacional de Medicina, se refirió al rol del Consejo de Certificación de Profesionales Médicos de la ANM, que tiene como objetivo implementar un programa de calidad total destinado a los profesionales médicos, a los fines de asegurar la calidad de atención médica y la seguridad del paciente y que su función principal  “es que no certifica ni revalida, sino que homologa los mecanismos para la recertificación y revalidación de las entidades certificantes”. De este modo, la garantía de la calidad de la atención médica puede alcanzarse por medio de la idoneidad de los profesionales que se manifiesta en su experiencia en terreno y su formación continua y por la calidad de los servicios de salud, determinada a su vez por la evaluación que otorga una habilitación categorizante de las instituciones donde esta actividad profesional se ejerce.  Los procesos de certificación y mantenimiento de la certificación son desarrollados por las Sociedades Científicas. El Consejo de Certificación de Profesionales Médicos de la Academia Nacional de Medicina avala y homologa dichos procesos interviniendo como guía, orientación y garante de la calidad.

Neira enfatizó en la necesidad de “trabajar en la calidad de las residencias”. “Hoy formamos especialistas pero tenemos que formar profesionales en temas como comunicación, aspectos éticos, legales, la actitud que tiene que tener frente al paciente y la familia, su inserción en el sistema de salud” dijo y señaló que es imprescindible “lograr especialistas iguales en todo el país pero que además sean buenos profesionales”. “Se estima que en el país hay 180 mil  médicos, 4.05 por  millón de habitantes” describió y analizó que “si hay médicos con once matrículas también hay que tener en cuenta el tema del pluriempleo”.

Neira también resaltó que están trabajando con las universidades sobre cuándo sería el momento ideal para obtener la matrícula habilitante. “El 40 por ciento de los matriculados no tiene especialidad y es un problema. La propuesta es que la matrícula sea habilitante después de aprobar la residencia y tenemos que lograrlo. Y debe ser una formación supervisada; es un largo camino”, concluyó.

FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA DE SALUD ARGENTINO

David Aruachán, gerente general de la Superintendencia de Servicios de Salud señaló en esta tercera mesa de debate, que la pandemia fue un punto bisagra en la lógica para entender el sistema de salud argentino y sirvió de impulsora de acciones que habían quedado relegadas. “Puso blanco sobre negro las inequidades que todos teníamos en nuestro radar y nuestras agendas y puso en evidencia los resultados de la fragmentación del sistema, y sobre la mesa las debilidades de un sistema de salud atomizado como el que tenemos”, analizó y señaló: “Todos comprendemos que el sistema tiene que ser repensado y necesariamente tiene que ser más homogéneo cuando las brechas de cobertura y las inequidades en cuanto al acceso a las prestaciones médicas están cada vez más en evidencia, en este sistema que es traccionado con más fuerza por externalidades negativas que por las necesidades reales”.

En este sentido, explicó que la coyuntura impulsó a generar herramientas distintas con una perspectiva del sistema desde el ciudadano, tratando de acercar la previsibilidad con una base lógica en cuanto al financiamiento y la cobertura. “Empezamos a diagramar en una mesa acotada la necesidad de contar con herramientas distintas de integración del sistema y unificación de beneficios, en el desarrollo de un Plan de beneficio único para todos los ciudadanos que reemplaza el PMO”, adelantó e indicó que “esa canasta básica de servicios tiene que ser el punto inicial para poder integrar al sistema desde una perspectiva sanitaria y humanitaria”. “Los derechos tienen que ser respetados pero las coberturas y los accesos tienen que ser racionalmente brindados”, agregó.

Aruachán explicó que el plan de salud está organizado por líneas de cuidados priorizadas y protocolizadas y que se trata de “una herramienta de política pública anclada en procesos sistémicos y transparentes que permite dotar al sistema de de instrumentos para alcanzar los objetivos de salud del país, aumentar el acceso efectivo y la equidad y sentar las bases para la integración del sistema”. Asimismo tiene como objetivo “aportar legitimidad en la toma de decisiones y mejorar la planificación de los recursos financieros, humanos y de infraestructura y la rendición de cuentas”.

“Estamos trabajando en consensos políticos para que salga con fuerza de ley y se fortalezca como herramienta fundamental para asegurar su implementación en todos los sectores y con la adhesión de cada una de las provincias”, destacó el funcionario.

Por su parte Fernando Avellaneda, Presidente del Consejo de Obras y Servicios Sociales Provinciales de la República Argentina (Cosspra) señaló: “No podemos empezar a hablar de mejora en el financiamiento del sistema de salud sin analizar sus prácticas. En espacios como estos tenemos que empezar a cambiar la realidad, ser protagonistas con ideas distintas, pero con convicciones. El modelo actual de formación y atención no se puede seguir sosteniendo en el tiempo. No puede haber mejora del sistema de salud con equidad y acceso, de calidad y sustentable, si los recursos humanos no están formados en ese sentido”

Avellaneda destacó la Salud como un derecho constitucional pero recordó que cada provincia tiene la responsabilidad sanitaria de cada habitante y por eso es necesaria una salud que tenga en cuenta la territorialidad y las características de cada jurisdicción, así como la formación del recurso humano. Asimismo, el presidente de Cosspra se refirió al “financiamiento fraccionado y rectoría fraccionada”  y destacó que hay que trabajar sobre lo que se delega en las provincias y la gobernanza. “Hay que darle más sustentabilidad a las provincias” subrayó y abogó por un trabajo en forma conjunta entre las distintas obras sociales provinciales para mejorar el acceso y hacerlo más equitativo.  “Claramente hay que avanzar en los cambios, y así como se están haciendo algunas cosas, el recurso humano es el mismo que hace 30 años. Tenemos que seguir trabajando en su formación”, sostuvo y enfatizó: “Tenemos que ser protagonistas de estos cambios”.

BASES PARA PENSAR UNA REFORMA DEL SISTEMA DE SALUD EN ARGENTINA

La reforma del sistema de salud argentino es parte de la agenda de discusión. En este sentido Adolfo Rubinstein, director del Centro de Implementación e Innovación en Políticas de Salud sostuvo que para avanzar en en camino “tenemos que salir de la burbuja y  convencer a todos los actores”, e involucrar a sociedades científicas, universidades, federaciones médicas y prestadores. “No es solo un problema de formulación, ni siquiera tenemos que adaptar la reforma” dijo y sostuvo que “los que planificamos estamos muy lejos de los que implementan, esa brecha hace que las cosas fracasen en el medio y las estrategias tienen que ser políticas y no solo tecnocráticas”. “Nos está faltando inteligencia política y sacarnos lo que contamina el diálogo, hay políticas y reformas que tienen que salir de la contingencia para avanzar en estrategias que mejoren la salud de la gente”, agregó el ex-Ministro de Salud de la Nación.

Rubinstein también se refirió a la Cobertura Universal de Salud, uno de los objetivos planteados por la Organización Mundial de la Salud. “Es una estrategia que garantiza cobertura para toda la población sin asumir penurias financieras para afrontarlo, pero para poder implementar esto son necesarias políticas de Estado que trasciendan los gobiernos”, resaltó. “Tenemos que buscar consensos políticos en serio, no solo dentro del sector sino en toda la sociedad sobre cómo vamos a hacer la reforma, quiénes son los actores, cuál es el posicionamiento, cómo mapearlo, cuál es el análisis y la estrategia política para avanzar”, analizó.

Rubinstein adelantó que están trabajando en cuatro ejes programáticos para encarar el proceso de reforma: el primero es el diseño de la estructura del sistema en cuanto a la falta articulación e integración y cómo generar todos los vasos comunicantes para comenzar a complementar los diferentes subsistemas con las fortalezas de cada uno.

“El segundo eje tiene que ver con una de las banderas de la gestión que yo encabecé, que es la Cobertura Universal, no aspiracional ni nominal, sino efectiva y no solo para el sector público, sino para toda la ciudadanía, y cómo avanzar para lograrlo”, explicó. El tercer eje se relaciona con la importancia de avanzar sobre la prevención en APS, salud mental y enfermedades crónicas, así como avanzar en políticas de coberturas de medicamentos “sobre todo los innovadores que son los que en este momento más amenazan con la sustentabilidad de los sistemas de salud”.  Y el último, trabajar en la política de recursos humanos profesionales y no profesionales que necesita la Argentina “para encarar estos procesos de reforma”.

Rubén Torres, presidente de la Federación Latinoamericana de Hospitales señaló que “no hay que hacer una revolución sino una evolución” y que la reforma es necesaria porque “el sistema tiene crisis de legitimidad, de racionalidad y ética”. “Pensemos qué podemos ir haciendo mientras caminamos hacia la reforma”, propuso Torres, y advirtió que “se necesita voluntad política”. “Cuando hablo de evolución no se trata solo de un avance sino de trabajar también en un horizonte en común frente a lo que se hizo bien. No sirve si no existe una lógica de institucionalidad”, agregó el médico sanitarista y volvió a insistir en que “no podemos gastar lo que no tenemos”. Torres se refirió a la crisis ética “intolerable para una sociedad democrática que determina cuándo y cómo enfermarse dependiendo de dónde se haya nacido”.

Rubén Torres también subrayó que “la sociedad no recuperó el grado de conciencia con respecto a la salud, un interés que siempre estuvo en el puesto 10 entre las prioridades de los argentinos” y lamentó la “pérdida de sentido de solidaridad del conjunto de la sociedad”.

En este sentido, recordó que la Salud es un bien público al que se tiene derecho, pero que no habrá un acceso equitativo en tanto “las obras sociales y los gobiernos provinciales transiten por caminos distintos”.

También se refirió a la política de precios de medicamentos y propuso, mientras se establecen nuevos mecanismos regulatorios “respetar la ley”. “El PMO en vigencia tiene un vademecum obligatorio, al igual que el vademecum de la COMRA: hay que compatibilizar y ponerlo en marcha”.  “El sistema prestacional está quebrado y puede ser la motivación para que a nivel político entre en discusión”, adelantó Torres e insistió: “cuando hablo de evolución no es solo un avance, el problema es no existe un horizonte en común frente a lo que se hizo bien y está legislado, entonces no sirve si no existe una lógica de institucionalidad”.

“Dentro del sector nadie tiene dudas de que hay que hacer una reforma, pero es algo que no hemos podido trasladar al sector político”, señaló y sostuvo que “ningún dirigente va a tomar determinaciones sobre algo que no considera un problema para el conjunto de la sociedad”, sostuvo Torres.

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PERFIL Y FORMACIÓN DEL DIRIGENTE MÉDICO GREMIAL

El objetivo de una organización gremial y la importancia de la sindicalización fueron temas que también se abordaron en la segunda parte del Congreso. En este caso Fernando Araneo secretario Gremial de la AMAP detalló que la entidad se conformó “porque se encontró un vacío en la zona del ámbito privado donde la explotación laboral era masiva, los médicos estaban todos no registrados y en muchos casos, médicos que durante siete años no recibieron un solo aumento”. Desde la obtención de la personería jurídica, la AMAP comenzó “a trabajar masivamente con la conformación de convenios colectivos de trabajo y la representatividad de todos los médicos de la Capital Federal”, explicó Araneo. Desde el 2011 tienen representación en todo el país.

Araneo resaltó que la realidad del trabajo médico está signada por “un alto porcentaje de trabajadores no registrados, el pluriempleo, mano de obra barata como los residentes y en muchos casos, la banalización de la actividad, incluyendo la aprobación de leyes que perjudican el accionar del trabajo médico.

Para el representante de la AMAP “hay un desconocimiento de las leyes vigentes y los derecho y obligaciones que tiene el médico como trabajador, así como un desconocimiento de que la medicina ya no es una profesión liberal y depende de un tercer pagador”. También añadió que “se desconocen los beneficios de la sindicalización y la importancia de luchar por el bien común del colectivo médico”. En este sentido, subrayó la importancia de lacapacitación médico-gremial “que se debe dar desde la base”. “La sindicalización del médico es el único camino hacia el respeto de nuestros derechos laborales”, sintetizó.

Por último, Marcelo Mingo, secretario Gremial de la COMRA se refirió a “esa inmensa cantidad de médicos que no tienen relación de dependencia y que es por lejos la mayor cantidad de médicos que trabajamos en la seguridad social”. “Es necesario tomar conciencia de la necesidad de formación del dirigente y lograr una continuidad, así como la obligación de sustentar las instituciones médicas y la necesidad del financiamiento económico”, dijo Mingo. El sindicato, como gremio jurídicamente organizado, nace de la agrupación de individuos que aúnan voluntades e intereses luchando por una causa común. “No hay gremios sin personas que lo acompañen” resaltó y abogó por que los médicos se unan con “propósitos comunes, definidos y superadores para poder constituir realmente un gremio, con el objetivo de conseguir mejores resultados en el ejercicio de la actividad profesional”.

El secretario gremial invitó a la participación, debate y búsqueda de soluciones para las problemáticas propias de la profesión médica y entre sus buenas prácticas destacó la colaboración y defensa de los médicos en políticas sanitarias. “Los médicos estamos muy aislados en este tema y por eso tenemos que proponer y participar”, dijo Mingo.

“Tenemos que evitar modalidades de precarización laboral”, añadió así como “evitar arreglos individuales”. “La fuerza de negociación y protección radica en la unión del conjunto”, agregó .

Finalmente, Marcelo Mingo propuso: “El aprendizaje es solidario y la transmisión de la experiencia es fundamental. Para ser médico gremialista solo se necesita el título de médico, definir problemáticas y participar de las cuestiones”. Y concluyó: “Tenemos que lograr acción gremial, cada médico luchando desde su perspectiva para mejorar su situación y encontrar un denominador común para la defensa de todos sin desmedro de otros. Necesitamos creatividad para ejercer el gremialismo médico”.

CONFERENCIA DE CIERRE CON EXPERTO

El broche de la jornada estuvo a cargo de Santiago Bulat, economista e investigador en IDEA, quien hizo una exposición sobre el presente y el futuro económico y financiero del país, teniendo en cuenta el marco global post pandémico, inflacionario y de crisis energética a raíz de la guerra en Ucrania. 

Jorge Coronel recordó a su padre Tomás Bulat, quien fue un reconocido y querido economista con un fuerte vínculo con el sector. “Como médico y sin saber mucho de economía, Tomás me hizo entender la economía de la salud y muchas veces contamos con su asesoramiento”, mencionó.

Santiago Bulat hizo en primer lugar un análisis global y sostuvo que “no es lo mismo lo que está pasando hoy que lo que pasaba hace un año” y explicó que “el mundo cae en recesión en el año 2020 por la pandemia, en 2021 hubo una recuperación fuerte y en 2022 se esperaba que la economía mundial creciera por encima de lo que lo había hecho en años normales. Las economías emergentes como la Argentina venían creciendo más rápido que las europeas, pero esto se puso en revisión porque apareció un fenómeno: la inflación, que incide por dos componentes, el precio de los alimentos a nivel mundial y la energía”.

El segundo eje estuvo centrado en la actividad económica: “está muy complicada, sobre todo por lo que está pasando en la parte financiera, monetaria y cambiaria” -tercer eje de análisis-. En este sentido dijo que “hoy hay empresas con un flujo muy positivo pero hay una  diferencia fuerte entre su facturación y lo que valen hoy las compañías”. “Esta situación tiene mucho que ver con la incertidumbre política y el riesgo país de más de 2500 puntos”. Bulat sostuvo que hay empresas a las que les está yendo muy bien “quizás a costa de los desequilibrios que existen con brechas de cambio altas mientras que a otras les está costando mucho más la salida a esta crisis”.

“El mundo ya se dio cuenta de que la inflación es un fenómeno que hay que destruir pase lo que pase y Argentina está muy por encima de los índices inflacionarios de los países en general”, explicó el economista y describió que los dos componentes que hoy están empujando al mundo a tener más inflación son la energía y el precio de los alimentos a nivel global; a lo que se suma las restricciones en las transacciones.

Finalmente, el último punto de su ponencia fue “alternativas de inversión”. “Qué hacemos con esta hoja de ruta y cómo accionar”, en definitiva, “qué hacemos con nuestro dinero”. Esta instancia abrió el diálogo con los asistentes, quienes se sumaron con preguntas y disiparon dudas.

Para darle un cierre final a este 3er. Congreso Nacional de Salud el presidente de la Confederación Médica  agradeció a todos los que participaron activamente y como oyentes de las sucesivas mesas de debate, que evidenciaron desde diferentes ángulos las problemáticas que atraviesa el sector. “Estamos parados en el presente pero mirando hacia el futuro. Vamos a seguir trabajando para que la población tenga igualdad en el acceso desde mirada federal que tiene la COMRA, teniendo en cuenta lo extenso que es nuestro país y contemplando todas sus particularidades”, concluyó Jorge Coronel.